La cabaña y el glaciar de Moiry

Ayer por la tarde nos pusimos en camino hacia Suiza. Desde Chamonix se llega en unos 40 Km. a la frontera y después se pasa el Col de Forclaz, ya en Suiza. Hicimos en total 95 Km. y nos plantamos en Sierre, una población del Bajo Valais que está en la entrada del valle de Anniviers, nuestro objetivo para el día siguiente.

Esta mañana nos hemos despertado tarde, este camping es muy silencioso la gente esta esparcida por el monte y los vecinos mas cercanos están a 50 metros.

A los Suizos les encanta el rótulo de la caravana, suponemos porque fueron los únicos que consiguieron ganarnos un partido en el mundial, la cuestión es que nos pitan, nos saludan y hasta nos gritan “viva España”. Ya en el valle de Anniviers pasamos por pueblos colgados de las laderas, llenos de prados y bosque.

Vamos a subir hasta el fondo del valle lateral que parte de Grimentz hasta 2.349 metros donde hay un parking en los lagos de Moiry. Desde aquí tenemos una subida de unas dos horas y 480 m. de desnivel hasta la Cabaña de Moiry a 2.825 m. Por el camino vemos unas marmitas muy grandes en el exterior de las casas y no son de adorno, están negras de humo.

También empezamos a ver las tipicas cabañas granero "raccards" edificadas sobre pilares y con unos discos de piedra que separan los postes de la cabaña para evitar la entrada de roedores.

La subida se realiza por el lateral del valle para salvar primero los lagos y luego el Glaciar de Moiry cuya lengua llega hasta los 2.500 metros de altitud. Dejamos el vehículo y empezamos a subir. Ya desde el comienzo la vista es impactante

Un helicóptero está haciendo viajes a algún refugio transportando material

Después del primer tramo de subida estamos ya a 1h 25 m de la cabaña y el parking se va quedando abajo delante del lago glaciar con su color lechoso.

El trayecto se va animando con la proximidad del glaciar y lo impresionante de sus grietas.

El tamaño no se refleja en la foto, no hay referencias hasta que distinguimos gente andando por el glaciar, esto si que es una referencia válida del tamaño del río de hielo. Son como hormigas, apenas se distinguen.

Cuando llegamos a la enorme morrena lateral del glaciar, el trayecto discurre por la parte alta de ésta y en ocasiones, la senda apenas tiene 50 cm. de anchura

La cabaña se ve muy arriba (parte superior de la foto siguiente), después de una zona en la que el sendero salva en zig zag unos 250 metros con varios pasos previos con nieve y otros acondicionados con cadenas y cuerdas fijas. No hay problema, suben hasta niños de 6 años, claro que son niños suizos y quizás con tanta montaña están más preparados

La morrena lateral, que hemos remontado por su cresta, se empieza a ver como un gran monton de grava y a su izquierda la lengua terminal del glaciar.

La última parte es dura pero ya estamos empezando a aconstumbranos y paso a paso nos plantamos en el refugio. Allí las vistas de la cascada superior de hielo del Glaciar de Moiry son impresionantes.

Comemos en unas mesas de la terraza del refugio que está muy arreglado. Menú: sardinas francesas en aceite, queso reblochon, nueces, y los maravillosos albaricoques turcos de los que Paloma está colgada.

Un par de fotos más y para abajo que se ha hecho muy tarde y ya no vamos a poder llegar a Tasch.

La luz de la tarde favorece al glaciar que está todavía más bonito (aunque Rubén pensará que lo que arregla la foto es la montañera)

Esta otra del glaciar sin montañera (tenía razón Rubén, la chica adornaba mucho)

Al final llegamos a nuestra reivindicativa autocaravana que nos espera en el parking con bebida fresca en su nevera.

Nos quedamos a dormir otra vez en Sierre, mañana será otro día.