15 de julio de 2010

El Mont Blanc desde Francia

A primera hora Paloma va a comprar el pan con una "crocs" de cada color. No se ha dado cuenta hasta que una señora la ha mirado sonriendo y como ya estaba a mitad de camino se fue y volvió de esta “guisa”. 


Ha amanecido muy cubierto lo cual nos ha llenado de dudas. El plan para hoy era subir en el teleférico a la Aiguille du Midi 3.842 metros, lástima, si está cubierto no merece la pena. Hemos empezado a recoger todo pensando en irnos directamente hacia Suiza, nuestra próxima etapa, pero cuando estábamos listos para arrancar se estaban abriendo claros y hemos decidido arriesgarnos y subir a la Aiguille du Midi.


La subida se hace en dos tramos cada uno en un teleférico de 75 plazas. El primer tramo sobrevuela el bosque y el segundo se mete de lleno en la alta montaña con un tramo final espeluznante en el que sube en vertical casi 900 metros. El abismo es tan fuerte que parece irreal.



Ha sido imposible sacar fotos desde la cabina por ir como sardinas en lata y por estar los cristales muy rayados. Cuando hemos sobrepasado las nubes aparece uno de los glaciares con aspecto fantasmal.


A continuación dejamos abajo las nubes y  las vistas empiezan a ser espectaculares. Primero los glaciares que desciende hacia el valle de Chamonix ....


......luego la cima del Mont Blanc con sus 4.810 metos, que se dice pronto, aparece imponente delante de nosotros.


En la foto se aprecian los trazos del recorrido de la via clásica de ascenso, que vamos viendo con más detalle al aumentar el zoom.


 y en la siguiente foto, con teleobjetivo, se aprecian los montañeros en ese tramo subiendo poco a poco hacia la cima. Se pueden ver hasta ocho grupos de montañeros en su camino a la cima.


La estación final del teleferico llega a una roca enorme y se comunica con otro pináculo por una pasarela ideal para cortar cualquier ataque de hipo. En esta segunda parte estan las terrazas panorámicas. La arista delantera de nieve es por donde suben los alpinistas hasta la cueva de hielo para pasar al teleférico (ver fotos mas adelante).


Subir al Mont Blanc tiene que ser inolvidable. Nosotros nos vamos a conformar con hacernos una inolvidable foto a 3.842 metros y algo mareados porque la altura se nota bastante y subir los tramos de escalera entre las terrazas de observación agota.


Unos 400 metros más abajo de donde estamos, en el Valle Blanco se ve un grupo de tiendas en una zona de la que parten todas las huellas hacia la cumbre 1.400 metros más arriba. Salvar ese desnivel, andando sobre nieve y hielo y por encima de los 4.000 tiene que ser extenuante.


El paisaje desde arriba debe que ser maravilloso, aunque el que tenemos nosotros delante no deja indiferente a nadie.



Los abismos que se ven desde la Aiguille du Midi no se pueden reflejar en una foto, son increíbles pero a algunos no les resultan suficientes y aún se suben a los pináculos de roca (se aprecian dos tipos en la parte superios de la roca). Es pura adicción al vértigo.




Si te asomas al abismo, los ves subiendo por la roca hacia la terraza donde te encuentras.


En la Aiguille hay distintas terrazas para observar las vistas y también se puede salir por una cueva de hielo hacia la arista que sale al Valle Blanco por donde suben y bajan continuamente los alpinistas. Desde esta salida de la cueva la sensación de vacío y vértigo es total. Nos asomamos entre escaladores que recogen el equipo.



La visión deja sin aliento y Chamonix aparece abajo como si lo fotografiáramos desde un avión. Las casas son solo puntitos de colores mientras a la izquierda se ve la verticalidad de los cables del teleférico.


Parece que estás en el cielo y se siguen viendo hormiguitas subiendo por muchos sitios.


Por una cornisa de nieve van ascendiendo montañeros hasta la salida de la cueva de hielo donde nos encontramos





Definitivamente este sitio es único y aunque Chamonix no nos ha gustado por la cantidad de gente, las aglomeraciones e incomodidades de transporte............. merece la pena venir sólo para ver ésto.




El glaciar de Les Bossons que veíamos ayer desde Chamonix ahora lo vemos derramarse hacia el valle.


El dedo del Gigante que vimos desde Italia, se ve desde aqui con una perpectiva muy diferente.




Mires hacia donde mires te vuelves loco de disparar con la cámara. En total 189 fotos han bajado con nosotros desde la Aiguille du Midi.









Creo que se nota que estar alli arriba es especial, te sientes diferente, las sensaciones son otras, el paisaje inmenso que tienes delante te hace pensar que te gustaria estar siempre así. Pero llega la hora de mirar hacia abajo y abandonar este sitio magnifico entre las nubes.  Hay que volver, aunque no queramos, a mirar al valle de Chamonix.................


Y comenzar el descenso hacia el mundo en el que vivimos. Arriba es otra cosa.



El 15 de Julio de 2.010 ha sido un dia muy especial. Por eso hasta lo he escrito con una letra diferente.

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