21 de julio de 2010

El Glaciar Aletsch

Por la mañana no todos estamos dispuestos a saltar de la cama para enfrentarnos al nuevo día. Blanca no necesita levantarse para visitar sitios increíbles

Nos vamos definitivamente de Saas Fee, pensábamos dedicarle dos días pero con uno nos damos por “satisfechos”. La salida del camping por el puente de madera es muy ajustada.

Nos vamos hacia la población de Mörel a unos 35 km. Allí ganamos altura aprovechando los remontes mecánicos hasta llegar a la población de Riederalp a 1.925 m. el único pueblo suizo que no tiene carretera y cuyo único medio de acceso es el telecabina que funciona hasta las diez de la noche.




El día esta un poco cubierto pero las vistas sobre el valle demuestran que este es un lugar privilegiado.
No hay calles solo algunos caminos estrechos asfaltados que recorren la población y muchos prados entre las casas de madera. No hay coches pero sí un campo de golf.

Allí tomamos un segundo remonte que nos llevará hasta Moosfluh a 2.333 m.

Nada más dejar el remonte nos encontramos con el espectacular glaciar Aletsch, el día está cubierto y las fotos no le hacen justicia. Es uno de los sitios más impresionantes que hemos visto en este viaje. Altamente recomendable.


Es el glaciar de mayor longitud de los Alpes y está declarado Patrimonio Natural por la UNESCO. La vista es tan increíble que no parece real


Hacemos un recorrido de unas dos horas y media, primero con el glaciar a la izquierda. Las condiciones de luz cambian a cada instante. Luego perdemos altura y tomamos un sendero en sentido contrario, siempre con el Alestch a nuestro lado.


Al fondo, cubiertas por las nubes se encuentran los tres gigantes: el Jungfrau de 4.158 m, El Mönch de 4.107 m y el Eiger 3.970 m el más pequeño pero el más famoso y cuya renombrada cara norte esperamos poder ver dentro de dos o tres días

 Montamos un comedor, con vistas, para reponer fuerzas, antes de perder altura y cambiar de dirección hacia el Aletschwald, un bosque de alerces de los más altos de Europa.


Tomamos el desvío hacia el bosque por una senda que posteriormente nos llevará de vuelta a Riederalp .Ahora el glaciar queda a nuestra espalda pero no podemos evitar darnos la vuelta continuamente para volver a mirarlo. Las fotos no le hacen justicia, es como siempre, es tan inmenso que no se aprecia en una foto.


Nos acercamos al bosque de Aletschwald que está protegido por ser un enclave especial, una curiosidad botánica.


En la ladera de enfrente aparece un gran barranco que parece un “hachazo” en la montaña, por el fondo fluye un río con tanta fuerza como para haber sido capaz de horadar semejante garganta.


El camino se sitúa en la cresta de una antigua morrena lateral del glaciar. Por la información de un cartel sabemos que era la que marcaba la altura del glaciar hace 11.500 años, está unos 250 m por encima del nivel actual del glaciar. La senda recorre esta cresta durante un buen trecho



Terminamos la excursión otra vez en Riederalp y nos ponemos en marcha rápidamente. Tenemos 120 km por delante hasta Interlaken y una compra que hacer para reponer la despensa. Por el camino, subiendo el col de Grimsel, una tormenta muy fuerte nos hace avanzar despacio. No cubrimos toda esta etapa, a 35 km del destino encontramos un pequeño camping (lleno de holandeses :-), en el que decidimos quedarnos. Cuando llegamos a esta “pequeña Holanda”, el arco iris sale sobre la caravana de los campeones del mundo.

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