23 de julio de 2010

Grindelwald bajo la lluvia


Ayer por la tarde empezó a llover fuerte en Lauterbrunnen y durante la noche ha llovido varias veces. He dormido mal, el río que estaba a menos de 10 metros de la caravana, empezó a subir. A las 22:00  había subido unos 70 cm de nivel y bajaba con una fuerza que hacia sonar las piedras que arrastraba.


A las 23:30 he cambiado la caravana de situación, la he puesto ya enfilada al camino por si llovía mucho y había que salir corriendo. No me fío de los ríos de montaña cuando empieza a llover así. No ha hecho falta moverse más por la noche pero la situación me ha hecho pasar la noche pendiente de la lluvia.


Por la mañana hemos decidido que en Lauterbrunnen ya habíamos visto todo lo que podíamos ver. Sigue lloviendo, parece que el parte meteorológico se complica los próximos días y como este camping no nos termina de gustar salimos hacia Grindelwald a unos 18 km de aquí, en el valle contiguo. Desde allí se puede acceder a Kleine Scheidegg y admirar, si se despeja, el espectáculo de los tres gigantes: el Jungfrau de 4.158 m, El Mönch de 4.107 m y el Eiger 3.970 m con su famosa "cara norte"


En Grindelwald la situación es la misma, llueve. Hemos encontrado un camping agradable, el dueño es muy amable. Es un camping pequeño pero bien de instalaciones, en un sitio bonito rodeado de montañas por las que caen decenas de cascadas. (Es el camping que se ve en la foto siguiente)


¿Y qué se hace en una caravana en los Alpes cuando "jarrea" de esta forma?
Unas leen un libro.
Otras chatean con las amigas


Y otros consultan el estado de la bolsa y preparan material para la entrada de hoy en el blog.


Y sigue lloviendo. Se nos acabó la buena suerte con el tiempo. Sabiamos que en esta zona la climatología es complicada pero después de tantos dias de buen tiempo teníamos esperanzas. 


Hemos comido en la caravana, luego nos hemos ido bien pertrechados paseando hasta el pueblo a 15 minutos de distancia cuesta arriba, un aperitivo para nosotros.




En el pueblo hemos hecho un descubrimiento extraordinario, nada menos que una sucursal de la chocolateria Läderach la misma que la de Zermatt. En Zermatt no pudimos cargar de chocolate, nos quedaba mucho viaje por delante, pero aquí......... nada nos impide hacer una buena compra, desde aquí nos vamos a casa. (Raquel se alegrará de este descubrimiento)


Sigue lloviendo, no para ni un momento, el parte sigue señalando una sola posibilidad de un día medio bueno en los próximo tres. Necesitamos un solo día para poder subir a Kleine Scheidegg y poder admirar con nuestros propios ojos lo que ahora solo podemos ver en fotos de Internet como ésta:

 La cara norte del Eiger (fuente Internet)


Quizás mañana sea el dia de poder admirar una pared mítica......... y si no, siempre nos quedará el chocolate de Läderach.

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